El secreto bajo la falda de mi madrastra

Upskirt de mi madrastra. El destino es caprichoso y, a veces, un simple descuido lo cambia todo. Ella se inclinó sin saber que la estba espiando, la falda subió apenas unos centímetros, pero fue suficiente para revelar el deseo más prohibido. Mi madrastra, con su andar elegante e inocente, desconocía el efecto que tenía sobre mí. El encaje de su ropa interior, una diminuta tanga y la suavidad de su piel apenas oculta encendieron una llama que no podía apagar. Entre el tabú y la fascinación, su aroma quedó impregnado en mi mente, haciéndome imaginar hasta dónde podría llevarme ese atrevimiento inesperado.

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3 febrero, 2025