El taxista de Uber y mi trasero rebelde

Mientras mis padres descansaban, el taxista de Uber aprovechó para destrozar mi gran trasero sobre una silla. Yo llevaba solo una tanga amarilla y una transparencia negra, mientras él, con una verga grande y gruesa, me penetró sin piedad. Mi coño, completamente depilado, no pudo resistirse a su fogosa embestida, entregándonos a un encuentro lleno de lujuria y riesgo. Con un gruñido de deseo, me empujó contra la silla, sus dedos marcando mi piel mientras me desnudaba con impaciencia. Su verga, gruesa y palpitante, rozó mi coño depilado, húmedo y ansioso. "¿Te gusta jugar con fuego?", murmuró antes de hundirse en mí con un empujón que me hizo gemir. El ritmo fue brutal desde el principio, sus caderas chocando contra mis nalgas con un sonido obsceno. Cada embestida me llevaba más cerca del borde, mientras yo mordía mi labio para no gritar. Él sabía exactamente cómo mover ese cuerpo musculoso para destrozarme por completo, convirtiendo mi trasero en suyo. Cuando el orgasmo nos arrasó, quedamos jadeantes, sabiendo que ese viaje en Uber había sido el mejor de todos.

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11 abril, 2025