Regresaron de una boda solo para follar

La noche había sido mágica, llena de risas, baile y copas que parecían no tener fin. Cuando regresaron de la boda, la atmósfera estaba impregnada de una electricidad palpable. Él tenia la polla dura como un palo y con ganas de follar ahí mismo. Ella, aún vestida con su hermoso vestido típico de Guatemala, se dejó caer en la cama, dejando escapar una risa suave y picara, lleno de deseo. Su marido, un poco ebrio y con la chispa del vino en los ojos, se acercó a ella, y un roce accidental de sus manos encendió una llama en el aire. "¿Sabes?", murmuró él, con un tono que sugería complicidad, "a veces me gusta pensar que somos más que solo marido y mujer", que somos amantes con ganas de follar. Ella lo miró, sus ojos brillando con deseo y travesura. La pasión del licor fluía en sus venas, y mientras él se inclinaba hacia ella, la tensión se volvió casi insoportable. Era el momento perfecto para dejar que la noche se desatara, explorando un lado de su relación que habían mantenido oculto, pero que ardía por salir a la luz. Ella se levantó el vestido y abrió las piernas para ser penetrada profundamente. Fue un momento de amor puro y sexual.

Comparte en tu redes !!

25 octubre, 2024